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Como cubrimos en este artículo , nacemos con células específicas, llamadas células madre, que son capaces de dividirse, creando nuevas células de cualquier tipo necesarias en el cuerpo.
Se trata de células embrionarias, en el sentido de que nunca se convirtieron en un tipo celular específico: músculo, hueso, célula de órgano, etc.
Esas células están fijas. Pero estas células madre no lo son. Contienen los planos completos para cada tipo de célula que existe.
Pero... solo tenemos un número limitado de ellos, y cada uno de ellos solo puede dividirse un número determinado de veces.
Entonces, cuando lesionamos nuestras células, accidentalmente, durante el entrenamiento o simplemente mediante las actividades normales del día, estas células madre se dividen para crear nuevas células para reemplazar las viejas células lesionadas, o para crear nuevas células musculares para desarrollar músculo.
Y cada vez que lo hacen, se corta un pequeño trozo de los telómeros de las células madre, acortándolos.
Estos telómeros son como colas diminutas y su longitud determina cuántas divisiones más puede realizar la célula madre para crear nuevas células, antes de que ya no pueda producir más.
Ahora bien, si bien se ha descubierto que estos telómeros pueden alargarse nuevamente hasta cierto punto (basta con mirar a Jack Lalanne, el culturista de la edad de oro que vivió, de manera bastante saludable, hasta los 96 años), cualquier cosa que destruya células innecesariamente, haciendo que estas células madre utilicen una de sus divisiones sería obviamente algo que no queremos.
Y las toxinas que ingresan a nuestro cuerpo a través de los alimentos, el agua y el aire hacen esto más que cualquier otra cosa.
Se estima que en 2022 se utilizaron 350.000 productos químicos en el mundo, la mayoría de los cuales acaban en nuestro suministro de agua.
Y según los CDC, menos de 100 de ellos están regulados por la Ley de Agua Potable Segura.
Eso es un aumento de cincuenta veces desde 1950.
Estas toxinas estresan nuestro sistema nervioso, elevan los niveles de cortisol, alteran nuestras hormonas, dañan o matan directamente las células e incluso causan problemas a nuestros fetos, interrumpiendo el proceso mediante el cual se forman tanto su sistema nervioso como su sistema inmunológico.
En resumen, causan un gran daño a nuestras células, aumentando significativamente la necesidad de estas células madre de dividirse y crear nuevas células, cortando un trozo de los telómeros de las células madre cada vez.
Ahora sabemos esto, sabemos lo dañinos que son. Pero pongamos esto en perspectiva.
Alguien nacido en 1950 comenzó su vida recibiendo 50 veces menos toxinas en su cuerpo que un niño de hoy. Su madre había crecido recibiendo incluso menos que eso y, por lo tanto, también tenía menos que transmitirles antes del nacimiento.
Y crecieron con esta carga tóxica mucho menor.
Así, la cantidad de toxinas que dañaban o destruían las células era mucho menor.
Pero miremos ahora dónde nos encontramos hoy: 50 veces más sustancias químicas que las que teníamos entonces, y muchas de ellas son mucho más tóxicas.
Estos definitivamente tienen un efecto en nuestra salud. En algunos casos es bastante obvio, pero en la mayoría es algo que no notamos, porque sucede con el tiempo.
Cuando aún somos jóvenes, nuestro cuerpo tiene muchas células madre con telómeros con colas más largas. A medida que las toxinas entran y dañan las células, estas células madre se dividen para crear nuevas células que reemplazan las dañadas, cortando un pequeño trozo de esos telómeros.
Pero mire cuánto más rápido está sucediendo esto. Un aumento de 50 veces. ¡Eso es mucho!
No lo notamos cuando somos más jóvenes, ya que hay muchas células madre activas listas para manejar cualquier cosa que les arrojemos.
Pero los estamos usando mucho más rápido. Y cuando hoy llegamos a los cuarenta, incluso a los treinta o, en algunos casos, a los veinte, empezamos a sentirlo. Empezamos a notarlo.
Basta mirar la cantidad de personas con enfermedades autoinmunes de veintitantos años en la actualidad.
En la década de 1950 y antes, los hombres y mujeres de entre 60 y 70 años generalmente tenían más fuerza, energía y niveles más altos de salud que las personas de ese mismo rango de edad en la actualidad.
Desde entonces, hemos logrado grandes avances en la protección de nuestros cuerpos de otras enfermedades, pero en este aspecto (una vida larga, sana y fuerte ) estamos retrocediendo.
Y estas toxinas, y sus efectos en nuestras células, son una de las razones clave de esto.
Necesitamos hacer todo lo posible para no absorber estas toxinas, así como para deshacernos de las toxinas que tenemos.
Al mismo tiempo, debemos asegurarnos de consumir altos niveles de ácidos grasos omega 3, aminoácidos, antioxidantes y fitonutrientes de plantas y frutas para proteger nuestras células del daño tóxico y mantener alejados los alimentos procesados ricos en grasas Omega 6. ácidos, azúcares procesados y toxinas que dañan nuestras células.
Simplemente hacer esto puede ralentizar significativamente el ritmo de envejecimiento y, al mismo tiempo, actuar para aumentar la longitud de estos telómeros.
Una de las primeras cosas que debe hacer es dejar de comer alimentos procesados.
Muchos de los ingredientes de estos alimentos están llenos de toxinas de los herbicidas que se utilizan en ellos como cultivos.
Algunos de estos alimentos incluso requieren que los calentemos en el microondas con el envoltorio plástico todavía encima. Esto permite que estos químicos se filtren del plástico a los propios alimentos.
No beba de botellas de agua de plástico baratas. Busque botellas de agua de plástico sin BPA.
Consigue un filtro de agua de ósmosis inversa para tu cocina y bebe solo de eso.
Estos son los mejores filtros de agua cuando se trata de eliminar estos químicos de nuestra agua, algo que ningún sistema de filtración de la ciudad se acerca a hacer.
Haga todo lo posible por comer solo alimentos y carnes orgánicos que sean 100% alimentados con pasto o, si no son orgánicos, al menos manténgase alejado de la Docena Sucia y busque en la Docena Limpia, frutas y verduras donde los químicos son mínimos.
Busque productos de cuidado personal orgánicos o aprobados por el EWG que no contengan toxinas dañinas. Esta es un área amplia donde a estos químicos se les han dado muchos nombres diferentes, así que mantenga los ojos abiertos y observe cada producto.
Más allá de esto, estudia el tema lo más que puedas. Puede parecer abrumador al principio, pero existe una sorprendente cantidad de opciones asequibles para vivir una vida libre de químicos.
Y tome una limpieza química y sin metales. Contiene algunos de los desintoxicantes naturales más poderosos que existen, así como uno de los antioxidantes naturales más poderosos, que eliminan las toxinas de las células y del cuerpo y, al mismo tiempo, protegen las células del daño que les causan las toxinas.
En el mundo actual, esto es ahora un alimento básico. Están entrando demasiadas toxinas y la prevención ya no es suficiente. Ahora debe ser la prevención tanto como podamos, además de la desintoxicación de lo que entra.
Espero que esto ayude.
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We know about amino acids, hormones, and how different foods affect our ability to build lean muscle, burn fat and stay healthy.
But if we want to achieve maximum levels of energy, recovery, health and performance, and build the most lean muscle, then we need to go down to the cellular level.
After all, our bodies are just one big mass of some 100 trillion cells all bonded together.
How well we're doing is an exact reflection of how well our cells are doing.
And they require a multitude of nutrients and biochemicals, all held in equilibrium, to ensure they can work properly, produce energy, build muscle, and keep our body going.
When these aren't properly balanced we can get headaches, brain fog, low levels of energy, muscle cramps, slower recoveries from workouts, and imbalances in hormones.
But when everything is in place, we have the most powerful you that you can be.
So let’s see how this works.
While Heart Rate measures the amount of beats per minute of your heart, and Resting Heart Rate measures the amount of beats per minute when your body is at rest (not active), Heart Rate Variability measures the natural variation in time between beats.
When we measure heart rate (how many beats per minute), we’re getting a large picture of how the heart is doing. For example, if we’re running or exercising, our heart speeds up. Then, when we’re resting, it slows down.
Before we cover what actually causes Heart disease, I want to cover something that doesn’t, or at least not in the way most people think: Cholesterol.
You’ve probably heard of the Cholesterol Hypothesis.
This hypothesis states that higher levels of cholesterol, particularly LDL Cholesterol, are associated with higher rates of Heart Disease.
To prevent heart disease then, we take drugs known as statins that lower our liver’s ability to produce cholesterol.
This hypothesis has been so deeply ingrained in our understanding of how the body works, that the idea of challenging it is almost laughable. (Even though it’s still just a hypothesis after all this time.)